Que linda que es. Ella sentadita al lado de la ventana, es perfecta. Su piel arrugada, su pequeño cuerpo contrastando con el enorme hueco del sillón, me da ternura. Quién sabe cuantas cosas vivió, yo se algunas, y ya ni siquiera llevo la cuenta de ellas. El desgaste del tiempo, se demuestra en sus facciones, en su piel, en sus ojos, en su cuerpo.. Pero su loco y fuerte espiritu vive adentro, como si quisiera explotar.
Vive todos los dias como si fuese su último, pero sin la necesidad de hacer cosas fuera de lo común. Teje, mira por la ventana fijandose en todo, lee, tararea. Yo la llamo Mima.
Justo ahora me mira, me sonríe y me dice te quiero. Que más puedo pedir?